Hoy es un día muy especial para mí en el calendario es el Día Internacional de la Visibilidad Trans. Llevo ya tres años desde que empezaba el proceso y con la hormonación desde el 5 de enero de 2022. Nunca se me olvidará ese día. El mejor regalo de Reyes. El que llevaba esperando toda mi vida.

Ojalá se hubiera hablado de visibilidad trans cuando era pequeño para haber poder empezado el proceso mucho antes. Cuando veo a estos chicos trans que ahora tienen 20 años pienso lo afortunados que son. Cuando yo tenía 20 años, de eso no se hablaba. Nací en 1985, era otra época.

Pero desde que tomé las riendas de mi vida puedo decir bien alto que soy muy feliz. Al fin soy yo mismo. Y lo mejor, sigo adelgazando de cara a la operación de mastectomía. Me da miedo porque nunca me he operado de nada, pero se que es lo que quiero. Ir a la playa en bañador por primera vez, no lo voy a olvidar en mi vida. Marcará un antes y un después.

Hasta la fecha he bajado 11 kilos y no, no estoy haciendo dieta. Estoy haciendo el ayuno, siguiendo las indicaciones de mi osteópata que es el mejor, Berni, tiene su centro en Gijón, se llama NB ejercicio y salud y está en Viesques. Eso si, he quitado varias cosas como el pan, las patatas fritas, gominolas y demás cosas que tanto nos gustan. De vez en cuando me doy un capricho en forma de pizza. Pero peso 93 kilos y pesaba 104 kg. Así que muy muy contento. Lo próximo, empezar a correr.

Además también estoy escribiendo un libro a modo de diario desde entonces, diario de la transición para ayudar a todos los chicos y hombres trans que empiezan o ya han iniciado su transición. Es un proceso muy lento y controlado en todo momento por el endocrino y la psicóloga, en mi caso. Lo llevan en UTIGPA (Unidad de Tratamiento de Identidad de Género), que está en el centro de salud del Quirinal en Avilés.

Es una decisión muy difícil. Tenía mucho miedo al entorno. ¿Qué diría mi madre? ¿Qué diría mi padre? ¿Qué dirían mis hermanos? ¿Que dirían mis amigos? Poco a poco, todo se fue estabilizando y como me quieren, pues me quieren tal y como soy, como hombre trans, como Álex. Gracias a todos, de corazón. Me siento muy afortunado de teneros en mi vida.

Queda mucho todavía, pero el camino hacia la felicidad ha comenzado.

Mi mantra: fuerza y lucha.

Foto desde mi búnker, mi habitación que es desde donde escribo cada día.