En mi opinión, no te conviertes en un adulto de verdad hasta que pierdes a tu madre. Es como si me hubieran arrancando una parte de mí mismo. Todavía lo sigo asimilando. Mi madre era una mujer luchadora, fuerte, con sus defectos, como todos, pero si algo me ha enseñado y llevo grabado a fuego es que en esta vida hay que luchar.

Quedan muchos combates. Muchas hostias. Muchas veces ya te las esperas porque ya conoces a las personas que te rodean. Otras veces no te las esperan y te pillan a contrapié, pero siempre hay que defenderse, siempre. Eso sí, sin perder las formas.

Aunque hay veces que las pierdes porque ya no puedes más y levantas la voz. Todos tenemos nuestros defectos. Pero mi madre luchó hasta el final. Tenía una fortaleza digna de admirar. Al final, en sus últimos días, no se aguantaba a sí misma. Llevaba mucho encima. Tres años luchando contra el puto cáncer. Lo digo así, puto cáncer, porque esta lleno.

¿Cómo es que después de que han pasado tantos años desde la muerte de mi abuela y después mi tía siga sin haber cura? Yo pienso que quieren que la gente muera. Sinceramente, pienso así. No lo digo por mi madre, lo digo porque es sin duda, la enfermedad del siglo XXI. Iba con ella al hospital de día del Huca y era como una plaga. Ver a toda aquella gente poniendo la quimioterapia. Era un dolor. De pequeño no me gustaba entrar al hospital, ahora, con 38, entre las operaciones y recuperaciones de mi madre, más mis tres ingresos, pierdes el miedo y te haces a todo. A todo. A lo bueno y a lo malo.

¿Cómo te enfrentas a tus miedos? Enfrentándote a ellos directamente. Así es como se hace. Así es como lo hago yo. A base de hostias aprendes, pero voy a luchar y defenderme con uñas y dientes. No voy a permitir que nadie se meta en mi vida. Pueden darme consejos, pero las decisiones las tomo yo. Y, evidentemente, eso solo se lo cuento a las personas en las que más confío que son pocas, pero fieles y que me quieren de verdad. Ellos saben quienes son. Gracias por estar ahí, pese a este mes maldito que es abril donde perdimos en 2017 a mi tía y ahora a mi madre en 2024. Puto cáncer, así de claro.

Fuerza y lucha.