Madre no hay más que una y así es. Mañana va a hacer justamente un mes desde que nos dejaste tras luchar tres largos años contra el puto cáncer. Sí, puto cáncer. No lo merecías. Primero el parkinson y luego el cáncer. Pero si algo nos enseñaste es que cuando nos caemos, nos tenemos que volver a levantar las veces que haga falta.

Tú te levantaste muchas veces y seguiste adelante. Trabajaste en lo que más te gustaba en el Colegio Meres como maestra de infantil. Tenías muy buenas amigas que te querían mucho. Viajaste todo lo que pudiste. Es decir, viviste. De eso se trata, de vivir. Cada uno a su manera.

Todos los días me acuerdo de ti mamá. Todos. Pero me quedo con los buenos momentos que hemos pasado en familia. Con los viajes que hicimos, a los sitios a los que nos llevaste por nuestro cumpleaños cada 23 de agosto.

Sé que nos ves desde el cielo. Quiero estar lo mejor posible, para que veas que estoy bien, pero te echo mucho de menos. No merecías pasar por tantas operaciones para al final acabar con este triste desenlace. No quería verte sufrir. Lo pasabas mal tú y nosotros, tus tres hijos.

Perder una madre es como perder una parte de ti. Es como si me hubieran arrancado una parte de mi corazón. Ahora todavía no he empezado a coserlo. Estoy asimilando todo esto que ha pasado, pese a que ya lo sabíamos, todo ha pasado muy rápido. ¿Qué voy a hacer sin ti mamá?

Gracias a mi familia y a mis amigos verdaderos, entre los que estás tú, Nia, sigo adelante. Intento seguir, pero pienso en ti cada día. Me cuesta conciliar el sueño. Me vienen recuerdos tuyos constantemente. Estoy muy orgulloso de la madre que has sido para tus tres hijos.

Tenías mucho carácter y no dejabas que te diera un beso, bueno al final si, pero pese a todo, demostrabas el cariño que nos tenías con otros gestos como llevarnos de viaje o invitarnos a comer. Me quedo con los buenos momentos. Pero si pierdes la salud, lo has perdido todo. El autocuidado y estar en contacto con profesionales como un buen psicólogo es fundamental. La mía, Elisa Gómez, sí he hablado muchas veces de ella, pero se lo merece. Es una gran profesional y una persona con una gran calidad humana. Tiene su consulta en Luanco y os la recomiendo al 100%. Me ayuda cada día. Te debo tanto Eli. Gracias de corazón.

Ahora toca ser fuertes y seguir. Como he dicho antes, sé que nos ves y nos cuidas desde el cielo. Yo te rezo a ti todas las noches. Me reconforta. Descansa mamá, descansa en paz.

Mi mantra: fuerza y lucha.